La Associação Grão Vasco (AGV), constituida en octubre de 2015, nació del deseo colectivo de la comunidad educativa de la Agrupación Escolar Grão Vasco de abordar cuestiones sociales dentro de una misma comunidad.

    Esta agrupación está formada por 15 centros educativos ubicados en la ciudad de Viseu (Portugal), que acogen a alrededor de 2.500 niños y jóvenes de entre 3 y 16 años (desde infantil hasta 9º curso). Es importante destacar que alrededor de 200 de estos estudiantes tienen necesidades especiales, lo que hace de la educación inclusiva una apuesta importante.

La AGV se guía por principios de igualdad, autonomía y responsabilidad social. Estos principios han sido fundamentales para varios proyectos e iniciativas desarrolladas por la organización a lo largo de los años. Sus objetivos principales giran en torno a promover la inclusión social, fomentar la integración comunitaria, fomentar la autonomía individual y facilitar el diálogo, la interculturalidad y la educación permanente. La asociación se dedica a apoyar a las familias y compartir conocimientos para lograr estos objetivos.

Un aspecto digno de mención de su trabajo con estudiantes con discapacidad es la prestación de apoyo individualizado para el desarrollo de habilidades, lo que implica la colaboración entre profesores, psicólogos y terapeutas. Además, iniciativas como el Grupo de Danza Inclusiva "Asas nos Pés" y las clases de natación forman parte de sus esfuerzos por ofrecer una experiencia educativa integral.

La Associação Grão Vasco se ve en un camino continuo, con el desafiante objetivo de romper diferencias, desmitificar las limitaciones y promover genuinamente la igualdad de oportunidades para todos sus estudiantes





  

    La Fraternidad de Santiago nace para unir y poner en valor a las hermandades y cofradías que usan como identidad los Símbolos de Santiago, destacando de manera singular aquellas que tienen la Cruz de Santiago como emblema. No debemos olvidar que Galicia, España y Europa se han construido, en buena medida, peregrinando a Santiago y regresando luego a sus casas con el afán de construir comunidades en las que los símbolos de Santiago fueran una garantía de valores, cultura y futuro. Ese es el espíritu de la Fraternidad: preservar y potenciar la identidad, la cultura y los valores que, de la mano de la iconografía de Santiago, en torno a las manifestaciones pasionistas de la Semana Santa han ido componiendo una realidad social, antropológica y cultural de increíble valor e incalculable valía.

    Si bien los últimos cuatro consejos rectores de la Fraternidad han invertido los últimos veinte años en observar, conocer y documentar la importancia de la presencia de la iconografía y los símbolos de Santiago en la Pasión de España, disponiendo hoy de un gran patrimonio bibliográfico y archivístico, en la actualidad la Fraternidad se plantea como objetivos crecer en número de miembros, expandirse a otros territorios, reforzar los vínculos con Compostela, enriquecer sus reglas, progresar en principios jurídicos y sociales, escalar en cuotas de igualdad, rejuvenecer la corporación y ensalzar los símbolos de identidad de la Fraternidad promoviendo un mayor desarrollo cultural siempre amparados en una triple conquista: “compartir más, unirse más y unirse a más”.

    En la búsqueda de esta última aspiración, cobra especial relevancia la apertura a una nueva dimensión: Europa. Y es que poder compartir Pasión con las personas y hermandades de otros territorios más allá de las fronteras nacionales sólo puede enriquecer la trayectoria de una asociación que, desde sus orígenes, aspira a la suma en torno a las manifestaciones de la Semana Santa.

 





    El Centro Missionario es una de las oficinas de la Archidiócesis de Lucca cuya tarea es promover la animación religiosa en favor de la misión, entendida como un lugar de encuentro entre culturas, credos y pueblos. Representa, por tanto, el punto unificador y conector de todas las expresiones misioneras de la Iglesia local.

En el ámbito de la solidaridad y la cooperación internacional

    Promueve el diálogo con comunidades de hombres, mujeres y niños en las periferias del mundo gracias a la presencia de sus misioneros, con el fin de apoyar todas las formas de encuentro, conocimiento e intercambio.

    El CMD apoya a misioneros y proyectos sociales principalmente en Ruanda, Brasil, Burkina Faso y Tailandia/Vietnam, además de pequeñas intervenciones en India y Congo

    Los ámbitos de intervención van desde la asistencia santiaria (la lucha contra el SIDA y la desnutrición infantil, la lucha contra la ceguera, la rehabilitación y reeducación de los niños con discapacidades motoras y neurológicas, la lucha contra la mortalidad neonatal); a la educación (frente al analfabetismo y la marginación infantil, la recuperación de los niños de la calle y de los adictos al alcohol o sustancias psicotrópicas, formación profesional de los jóvenes), a la explotación de energías renovables para garantizar la electricidad y el agua con fines civiles, sanitarios o agropastoriles.

A nível local

Promueve cursos temáticos en escuelas de todos los niveles y hacia la ciudadanía para sensibilizar sobre
- Nuevos estilos de vida y consumo crítico,
- Diálogo interreligioso e intercultural,
- Desequilibrios Norte-Sur en el mundo y la educación global,
- Soberanía alimentaria, derecho a la movilidad humana, sostenibilidad ambiental.

    Promueve cursos de formación para aquellos interesados en adquirir experiencia en misiones y, en particular, actúa como portavoz y testigo de lo que sucede en las periferias existenciales del mundo para garantizar una información crítica y sin filtros. Apoya encuentros locales, debates y festivales de cine para escuelas y ciudadanos, con el fin de garantizar el conocimiento directo y una lectura alternativa de las dinámicas geopolíticas y sociales contemporáneas.
   


           @ E-ARPA 2023